Por: Patricia Ramírez
El
pitch, esa presentación que explica de qué trata un negocio, es una herramienta muy poderosa. Lograr que el tuyo resuma bien tu propuesta de valor y deje a potenciales clientes o inversionistas interesados en reunirse de nuevo requiere de un buen diseño.
Por lo general, todo emprendedor confía en el producto o servicio que provee. Eso le brinda la seguridad para hablar, con comodidad, sobre lo que tiene para ofrecer; un producto innovador, servicios profesionales o alguna idea nueva que viene a revolucionar una industria. Pero, cuando el discurso no proyecta seguridad, pierde oportunidades.
Estos tres principios te ayudarán a estructurar un pitch exitoso.
- Conocer tu audiencia
Considera a quién te diriges y establece tu objetivo al diseñar la presentación. No todos los
pitches son iguales. Existen múltiples fórmulas para diseñarlos y redactarlos
; uno dirigido a un inversionista se estructura de manera distinta a uno para un potencial cliente.
Y como nunca sabes cuándo puede surgir una gran oportunidad para presentar tu negocio, prepara varios
pitches para diversas audiencias y crea una presentación breve para cada uno
. Mantenlas siempre a la mano.
- Ser claro y preciso
Es importante que puedas explicar qué haces, cómo y por qué de manera concisa, entendible y atractiva. No se trata de abrumar al oyente con una sobredosis de información. El propósito es ser lo suficientemente memorable para que el oyente quiera reunirse contigo de nuevo. Recuerda que tu idea nadie la va a conocer mejor, esa es tu ventaja.
Un buen
pitch es estratégico. No uses terminología complicada que pueda confundir a tu audiencia. Presenta la información de manera clara y que resulte relevante a quien te escucha. Considera empezar aludiendo a un hecho o con datos cautivadores; esto tendrá el efecto de capturar la atención de tu audiencia.
- Practicar, practicar y practicar
Practica tu
pitch. Recuerda que mientras más practicas algo, más cómodo y seguro te sentirás.
Ensayar tu
pitch requiere que desarrolles un libreto a tono con tu objetivo. Ese guion te ayudará a ser consistente cada vez que vayas a presentarlo.
Sin embargo, tu
pitch no debe ser estático. Tu negocio siempre estará transformándose por lo rápido que cambian las cosas (desde proveedores de servicio y materiales hasta precios). Por ende, tu
pitch, también debe evolucionar. Es importante que periódicamente lo revises y actualices.
Piensa en tu
pitch como tu tarjeta de presentación. Es lo primero que otros ven y debe dejar una gran impresión.
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